Se sabe que, a edades más avanzadas como la niñez y la edad adulta, el cerebro de un individuo que nació prematuramente es estructuralmente diferente al de un individuo nacido a término. Por tanto, si de alguna manera pudiéramos mejorar el desarrollo cerebral de un niño prematuro con música a edades muy tempranas, podríamos estar ayudándolo para el resto de su vida.