Durante el último año y medio, debido a las restricciones establecidas para prevenir el Covid-19, los centros asistenciales públicos y privados de todo Chile se vieron obligados a suspender o cancelar miles de consultas dentales presenciales, situación que ha contribuido a empeorar el ya deficiente estado de la salud oral que presenta la mayor parte de la población nacional, en particular las personas mayores de 60 años.